03 julio, 2011

Ciencia y resistencia

María Teresa Toral Peñaranda nace en Ma­drid (1911), estudia el Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros. Estudió ciencias químicas y farmacia en la Universidad Central de Madrid. En 1933 fue becaria del Instituto Nacional de Física y Química, de la Fundación Rockefeller donde recibió el premio Guzmán. Ya en el ABC del 3 de octubre de 1933, encontraremos una relación nominal de los premios en los distintos grados. En la Facultad de Ciencias y en grado de licenciado vemos en la sección de Químicas a la propia Mª Teresa.

En 1934 fue secretaria de redacción de la comisión de publicaciones del Congreso Internacional de Química Pura y Aplicada. Fue colaboradora del científico español Enrique Moles, de quien aprendió el estudio de la química (1933-1937). Durante la Guerra Civil perteneció a la Sociedad Española de Física y Química, donde rescató las publicaciones científicas de las catástrofes militares. Tras la guerra, en 1939 es encarcelada en la Prisión de Ventas, donde conoce a otras universitarias, acusadas todas ellas de haber fabricado material béli­co para la causa republicana durante la guerra. Teresa es condenada a 12 años y un día, y vive como protagonista directa, el fusilamiento de las trece rosas.

Junto a otras reclusas organiza la enfermería infantil para la atención de los hijos de las presas, con un índice de mortalidad muy alto dentro de la prisión. Tras pasar varios años en prisión, vuelve a la vida normal en Madrid y abre una modesta farmacia en la calle Gravina, en el centro del barrio de Chueca. Se convierte en colaboradora de la guerrilla urbana que se estaba organizando por el PCE en la capital, y el propio Celestino Uriarte diría años después esto: En Madrid capital, se encontraba en periodo de orga­nización, un grupo guerrillero, al hacerme cargo de él se componía de tres compañeros al frente del cual se halla­ba un camarada al que conocíamos por el nombre de To­ledano—José Carretero Sanz—. Formaban también parte del aparato dos mujeres, una como enlace de estafeta, y otra como enlace informadora llamada Merche; ésta fue dete­nida a raíz de la detención de Vitini y su grupo, las dos eran muy abnegadas y firmes, sobre todo Merche. Aparte de estas mujeres Celestino también se puso en contacto con Mª Teresa, la cual facili­taba medicamentos, drogas, vendas, etc., para las Agru­paciones Guerrilleras.

Las rápidas detenciones de los componentes de las células clandestinas comunistas en Madrid, suponen el conocimiento por parte de la policía de sus actividades, y, es detenida en Barcelona cuando supuestamente se disponía a huir en septiembre de 1945. Acusada de co­laborar con la guerrilla urbana del PCE, es juzgada y condenada a dos años de prisión. Una movilización del exterior en varios países, logra cancelar las tres penas de muerte contra Mª Teresa y dos compañeras, aunque el régimen siempre negó que las penas capitales hubieran sido impuestas.

El día 8 de marzo de 1946 en el diario ABC, el nombre de Mª Teresa figura en relación a la pena de muerte contra tres mujeres “republicanas” (el entrecomillado pertenece al autor del artículo). El texto dice así: En cuanto a María Teresa Toral Peñaranda—que ingresó en la referida Prisión de Mujeres el día 1 de diciembre del pasado año—, podemos decir exactamente lo mismo: se halla sujeta a sumario por actividades terroristas—no políticas —, y no se cree que la petición fiscal sea de muerte.

Tras salir de prisión logra pasar la frontera y se exilia en México. En el exilio se dedicó a impartir clases de física y química orgánica e inorgánica en la ENCB durante 21 años. En la UNAM impartió la cátedra de fisicoquímica para ingenieros metalurgistas y para el doctorado de bioquímica. Además de dirigir proyectos de tesis, se dedicó a realizar estu­dios sobre el espacio y el origen del universo y otros estudios para algunas enciclopedias de química industrial. Tradu­jo al español obras científicas del inglés, francés y alemán y retomó sus estudios de dibujo y pin­tura, iniciados en Madrid. Su labor científica aunque interesante fue poco divulgada. Paradójicamente, fue más conocida mundialmente por su afición a las artes plásticas, destacándose por los trabajos de grabado que realizó en el país azteca.

En la imagen vemos su trabajo titulado: Curva de presiones de vapor del nitrobenceno, que realizó junto con E. Moles y que se encuentra en la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid.

Fuentes:

  • Giral, F. Ciencia española en el exilio (1939-1988), 1944. Edit.- Anthropos.
  • VV.AA. El Cronista Politécnico, Año 10, Nº 40, 2009. Instituto Politécnico Nacional (México).
  • Garai, Juan Ramón. Celestino Uriarte. Clandestinidad y resistencia comunista. 2008. Txalaparta.
  • Archivo PCE. Represión Franquista. Caja 49 carpeta 2.6.
  • Romero de Pablos, Ana y Santesmases, María Jesús. Cien años de política científica en España. 2008. Fundación BBVA.

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